Con un cheque de 20 millones de pesos y en sus oídos aún resonando el eco de los aplausos por haber sido la ganadora absoluta del tercer concurso La Mejor Taza de Café de Antioquia, Silvia Helena Higuita, cafetera de tradición, regresó a su pueblo, Giraldo, a seguir sembrando el grano y con el orgullo de saber que en su finca se produce el mejor café de Antioquia.
No cabía de la dicha. En el Orquideorama del Jardín Botánico, abarrotado de gente de Antioquia y de diversos países, todas relacionadas con el mundo del café, Silvia Helena dejó claro que en su finca es la que lleva las riendas.
“Estoy metida en los cafetales desde los dos años. Hace un año, con un cuñado, quedamos de terceros y me propuse que iba a ser la primera y este año lo logré”, relató mientras a su lado, su esposo Rubén Salas y sus hijos Óscar Darío y Claudia, escuchaban atentos su versión de cómo logró ocupar el primer puesto en un premio tan competido.
“La clave está en la recolección, yo misma me meto con los trabajadores a supervisar y de ahí parte todo, después manejar bien los tiempos de secado y los resultados se tienen que ver”, expresó.
Adelantó que parte de su premio irá a financiar los estudios de su hijo Óscar, próximo a ingresar a la universidad.
Orgullo cafetero
Los otros ganadores fueron la familia de Conrado Antonio Marín, de la vereda La Casiana, de Jardín (segundo lugar, $10 millones), quien expresó que “a buena hora llegó este concurso que ha dignificado nuestro oficio de caficultores”, en el que está hace 40 años; y la familia de Alfredo de Jesús López Pérez, de 70 años, que ocupó el tercer lugar llevándose un premio de $5 millones.
En total fueron mencionadas diez familias de 62 que participaron este año en el concurso, que ha involucrado en el proceso de producir café de calidad a casi todas las regiones.
El gobernador, Sergio Fajardo, dijo emocionado que este año llevará un proyecto a la Asamblea orientado a que este concurso y, en general el café de calidad, se conviertan en una política pública, con lo cual el proceso quedaría blindado de los intereses políticos, y “así cuidamos lo que hemos construido sin permitir que llegue la corrupción a comprar votos y prometer cosas”.
Graziella Giugno, catadora de café venida de Italia a participar en la elección de los ganadores, confesó que conociendo las historias de los cultivadores paisas no pudo evitar un llanto de felicidad: “acá todo es grande, fueron días entusiasmantes (sic), no me esperaba encontrar tanta calidad acá en Antioquia, aunque Lavazza, la empresa que represento, conoce y compra el café colombiano hace años”.
Añadió que su mayor placer fue descubrir la gran variedad de perfiles de café de calidad y que se va a Italia convencida de que en su país comprarán mucho más café antioqueño.
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