El grupo juvenil de la parroquia se unió a las necesidades de las personas más pobres y necesitadas de nuestra comunidad y donó una silla de ruedas a una niña especial que hace parte de una familia de otra religión.
"Nuestra solidaridad no hace distinción de raza, color o lengua nuestra realidad humana debe significar que todos somos hermanos y que todos debemos amar y querer siempre a Dios no importa en qué religión estemos, solo ayudémonos los unos y los otros para ser felices" palabras del padre Bernardo en nombre del grupo juvenil de la
parroquia.
Gracias al empeño del padre Bernardo por ayudar a descubrir en estos jóvenes y en los fieles el sentimiento de solidaridad con todos los hombres de nuestro pais.
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